Semielfos

Los semielfos son seres fruto de la unión de un elfo y una humana, o de una elfa y un humano.
Esta clase de relaciones son mal vistas tanto por los humanos como por los elfos, que suelen
despreciar a los semielfos. Aunque los semielfos cuentan con una agilidad superior a la
humana y orejas puntiagudas, pueden tener barba y suelen ser más resistentes que los elfos, lo
que les convierte en seres que cuentan con lo mejor de ambas razas. Los semielfos son seres
bastante hoscos y solitarios, debido a que se sienten marginados por la sociedad en la que
viven. Los elfos abandonan a cualquier bebé semielfo que nazca en sus comunidades, ya sea
dejándolo en una aldea o en medio de los bosques. La mayoría de los semielfos son criados en
pueblos y ciudades humanas, sobre todo en el Imperio, dónde en raros casos llegan a tener
una familia feliz, en ciudades como Marienburgo, aunque no está bien visto por el resto de
razas. Muchos semielfos son criados por mutantes, que los ven como seres con las mismas
dificultades que ellos. Los semielfos cuentan con el intelecto privilegiado de los elfos y la sed de
conocimiento insaciable de los humanos, lo que les impulsa a convertirse en los mayores
genios del Viejo Mundo, aunque aún no se ha aceptado a ninguno en un Gremio de Ingenieros,
quizá por influencia enana. Sin embargo, su inteligencia es una doble maldición, pues sus
mentes caen con frecuencia en la locura. Los brujos más poderosos que viven en el Imperio
son semielfos, pues cuentan con un talento innato para manejar los vientos de la magia.