Orcos y Goblins

ORCOS Y GOBLINS

Los Orcos y Goblins son brutales y astutos, y su único objetivo es arrasar y masacrar. Para un Orco, no hay mayor placer que estar en plena batalla, y pocos se establecen en un solo lugar. Sin tener tierras, como los Hombres y los Elfos, los Orcos van de campo de batalla en campo de batalla conducidos por su insaciable sed de combatir.

Orcos y Goblins

Los Orcos viven para combatir. Para un Orco, no hay mayor placer que estar en plena batalla, donde el guerrero más grande y más fuerte es el que triunfa. Esta beligerancia es tanto un punto fuerte con un punto débil, porque hace que los Orcos dediquen buena parte de su energía a luchar entre ellos en vez de contra un enemigo algo más distante. Los Goblins, más pequeños y más ágiles que sus primos orcos, tienen un sentido de la autoconservación más desarrollado. Son más astutos que fuertes y tienden a dejar la parte más peligrosa de la batalla para los Orcos. Los Goblins prefieren defender la retaguardia del ejército, aunque en circunstancias desesperadas rematarán a un enemigo, siempre que una banda de Orcos lo haya atizado antes.

Existen muchas subespecies de pieles verdes. Los Goblins Nocturnos viven en las cavernas más profundas y sólo se aventuran a salir a la luz del sol si antes se han tomado una vigorizante cerveza de hongo. Los Goblins Silvanos merodean por los bosques sombríos del Imperio, y en la frondosidad de la selva de las Tierras del Sur retumba el constante repicar de los tambores de los Orcos Zalvajes. Los Orcos Negroz, los más grandes y temibles de todos, son muy fuertes e inevitablemente se hacen con el poder de toda tribu a la que se unen, dejando tras ellos un rastro de rivales masacrados y desmembrados.

Un ejército de Orcos y Goblins a menudo incluye toda una serie de tropas distintas, desde la amplia variedad de pieles verdes propiamente dichos hasta bestias monstruosas, como trolls, gigantes y arañas gigantes. Mientras que los Orcos prefieren lanzarse al combate cuerpo a cuerpo lo antes posible, los Goblins aportan una gran variedad de sorpresas, como la temeraria katapulta de Goblins Voladores y los Fanáticos goblins nocturnos, que aumentan su fuerza gracias a unas setas especiales.

Normalmente, una partida de guerra de Orcos y Goblins entrará en un pueblo, masacrará a sus habitantes y seguirá adelante, parándose el tiempo suficiente para que el kaudillo acumule una gran pila de cabezas cortadas y se siente en ella para manifestar su dominación. No obstante, por terrorífico y brutal que parezca, es cuando se forma un ¡Waaagh! que los Orcos se convierten en un ejército realmente peligroso.

Un ¡Waaagh! es parecido a una invasión migratoria y se produce cuando algún kaudillo triunfador arroja todo lo que tiene contra un enemigo de su elección y todos los demás Orcos y Goblins se unen a él. Un ¡Waaagh! es algo que hiela la sangre: un mar imparable de monstruos de piel verde que se extiende por todo el horizonte gritando, abucheando y lanzando sus bárbaros gritos de guerra. Pocas cosas pueden resistir contra un ejército como éste.