Magia en el Imperio
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Magia en el Imperio
LOS REINOS DE LA HECHICERÍA
En la Antigüedad, las gentes del Imperio tenían poca relación con la magia debido a la creencia de que todo lo relacionado con la hechicería era inherentemente maligno. Los Sacerdotes de Sigmar les habían enseñado que la magia era la herramienta del Caos, responsable de la existencia de mutantes y fuente de todas las enfermedades del mundo. Por ello, durante cientos de años los hechiceros y las brujas fueron perseguidos y quemados; y muchos inocentes fueron asesinados de este modo junto con muchos practicantes auténticos de las artes secretas. En el campo todavía era posible encontrar curanderos locales, adivinos y magos primitivos que vivían de la superstición e ignorancia del pueblo. Ni siquiera estos individuos estaban a salvo de los fanáticos entre los que vivían, por lo que muchos de vieron expulsados de pueblo en pueblo o fueron torturados y quemados por los cazadores de brujas.
Aquellos hombres educados que estudiaban el arte de la magia y de los dioses oscuros lo hacían secretamente. Solían ser hombres ricos y poderosos que esperaban sacar partido de los poderes de la oscuridad en campos como los negocios, la política o la guerra. Así fue como en cada ciudad surgieron concilios cuyos miembros practicaban todo tipo de ritos corruptos en lugares ocultos al caer la noche.
Este tipo de cosas cambiaron en la época de la Gran guerra contra el Caos, iniciada hace más de doscientos años. Durante aquella terrible guerra, los Dioses Oscuros se alzaron en el Norte y enviaron a sus seguidores sobre el mundo, engullendo las tierras de los Kislevitas. Tan grande era la amenaza para todo el mundo, que los pueblos libres hicieron causa común para combatir a los ejércitos del Caos; así que, por primera vez, Hombres, Elfos, y Enanos aunaron esfuerzos para rechazar al oscuro enemigo. En aquel tiempo, el famoso hechicero elfo Teclis viajó al Viejo Mundo a petición de Magnus el Piadoso. Una vez allí, él y sus compañeros lucharon codo con codo con los ejércitos de Hombres y Enanos; y el coraje y poder de los Elfos se ganó la confianza de Magnus.
Una de las tareas de Teclis fue encontrar a hechiceros menores y magos furtivos por todo el Imperio para enseñarles algunos hechizos rudimentarios de fuego, rayos y sonidos de truenos para que los emplearan contra los seguidores del Caos. Muchos cazadores de brujas quedaron sorprendidos y ultrajados de que el pueblo de Sigmar pudiera aprender las artes arcanas, pero el sabio consejo y la indudable experiencia de Teclis se impusieron sobre la mayoría. Pronto, la nueva hornada de magos fueron aclamados como los salvadores del Imperio; a la par que Magnus el Piadoso se convertía en Emperador de la tierra de Sigmar.
LA CREACIÓN DE LOS COLEGIOS
Tras su ascensión al trono, Magnus pidió a Teclis su ayuda para crear una institución donde los magos pudieran ser adecuadamente entrenados. Al principio, los compañeros de Teclis le advirtieron contra tal decisión alegando que los secretos mágicos de los Elfos no debían ser para la humanidad. Pero Teclis se dio cuenta de que la seguridad del mundo estaba en manos de los hombres del Imperio, la nación más fuerte del Viejo Mundo, y por ello accedió a la petición de Magnus. A continuación, se establecieron los Colegios de la Magia en la ciudad de Altdorf, bajo la protección del príncipe de la ciudad, y Teclis enseñó a los primeros maestros y estableció las normas que regirían sus estudios antes de regresar a los reinos élficos de Ulthuan.
Teclis les enseño que toda la magia derivaba del Caos y que inevitablemente estaba marcada por él, pero que podía ser controlada y purificada por un practicante entrenado. Los hombres aprendieron que el poder en bruto de la magia soplaba desde los reinos del Norte, los reinos del Caos, en forma de ocho vientos de la magia que representaban tipos específicos de hechicería. Por esta razón, el símbolo de toda la magia es el símbolo del Caos, la estrella de ocho puntas. Para cada viento, Teclis fundó una escuela de magia diferente e instruyó a sus primeros maestros. Teclis fundó una escuela de magia diferente e instruyó a sus primeros maestros. Teclis consideró que la mente del hombre era inadecuada para el dominio de los ocho vientos del Caos; pero, con paciencia y estudio, creyó que los humanos serían capaces de contener el poder de uno.
Así pues, hoy en día existen ocho Colegios, cada uno de los cuales es el cuartel general de una de las Ordenes de la Magia del Imperio. Todos tienen sus propios Señores y su naturalezas son diferentes y únicas, aunque todos son facetas de la gran y potente fuerza mágica que es el Caos en sí.
Hay otro tipo de magia, mucho menos peligrosa que la arcana, es la divina, se suele basar en ritos y rezan a sus dioses, no es una magia tan poderosa como la arcana, pero si muy segura y útil.
Después están los saberes oscuros, el de la nigromancia y el del Caos., con el de la nigromancia, se pueden hacer rituales oscuros para levantar muertos, y con el del Caos se pueden invocar demonios menores...
Después de esta magia, existe la Alta magia, y el Dhar, igualmente poderosas y potentes, pero el Dhar es mucho más peligrosa que la Alta magia, algo más de información está en el post de los Altos Elfos, estos 2 tipos de magia, no son accesibles para los personajes de la aventura, ya que es demasiado poderoso que el mejor mago de los humanos sería un aprendiz contra alguien que use esta magia, y porque tan solo aprenderla puede llevar mas de 400 años.
En la Antigüedad, las gentes del Imperio tenían poca relación con la magia debido a la creencia de que todo lo relacionado con la hechicería era inherentemente maligno. Los Sacerdotes de Sigmar les habían enseñado que la magia era la herramienta del Caos, responsable de la existencia de mutantes y fuente de todas las enfermedades del mundo. Por ello, durante cientos de años los hechiceros y las brujas fueron perseguidos y quemados; y muchos inocentes fueron asesinados de este modo junto con muchos practicantes auténticos de las artes secretas. En el campo todavía era posible encontrar curanderos locales, adivinos y magos primitivos que vivían de la superstición e ignorancia del pueblo. Ni siquiera estos individuos estaban a salvo de los fanáticos entre los que vivían, por lo que muchos de vieron expulsados de pueblo en pueblo o fueron torturados y quemados por los cazadores de brujas.
Aquellos hombres educados que estudiaban el arte de la magia y de los dioses oscuros lo hacían secretamente. Solían ser hombres ricos y poderosos que esperaban sacar partido de los poderes de la oscuridad en campos como los negocios, la política o la guerra. Así fue como en cada ciudad surgieron concilios cuyos miembros practicaban todo tipo de ritos corruptos en lugares ocultos al caer la noche.
Este tipo de cosas cambiaron en la época de la Gran guerra contra el Caos, iniciada hace más de doscientos años. Durante aquella terrible guerra, los Dioses Oscuros se alzaron en el Norte y enviaron a sus seguidores sobre el mundo, engullendo las tierras de los Kislevitas. Tan grande era la amenaza para todo el mundo, que los pueblos libres hicieron causa común para combatir a los ejércitos del Caos; así que, por primera vez, Hombres, Elfos, y Enanos aunaron esfuerzos para rechazar al oscuro enemigo. En aquel tiempo, el famoso hechicero elfo Teclis viajó al Viejo Mundo a petición de Magnus el Piadoso. Una vez allí, él y sus compañeros lucharon codo con codo con los ejércitos de Hombres y Enanos; y el coraje y poder de los Elfos se ganó la confianza de Magnus.
Una de las tareas de Teclis fue encontrar a hechiceros menores y magos furtivos por todo el Imperio para enseñarles algunos hechizos rudimentarios de fuego, rayos y sonidos de truenos para que los emplearan contra los seguidores del Caos. Muchos cazadores de brujas quedaron sorprendidos y ultrajados de que el pueblo de Sigmar pudiera aprender las artes arcanas, pero el sabio consejo y la indudable experiencia de Teclis se impusieron sobre la mayoría. Pronto, la nueva hornada de magos fueron aclamados como los salvadores del Imperio; a la par que Magnus el Piadoso se convertía en Emperador de la tierra de Sigmar.
LA CREACIÓN DE LOS COLEGIOS
Tras su ascensión al trono, Magnus pidió a Teclis su ayuda para crear una institución donde los magos pudieran ser adecuadamente entrenados. Al principio, los compañeros de Teclis le advirtieron contra tal decisión alegando que los secretos mágicos de los Elfos no debían ser para la humanidad. Pero Teclis se dio cuenta de que la seguridad del mundo estaba en manos de los hombres del Imperio, la nación más fuerte del Viejo Mundo, y por ello accedió a la petición de Magnus. A continuación, se establecieron los Colegios de la Magia en la ciudad de Altdorf, bajo la protección del príncipe de la ciudad, y Teclis enseñó a los primeros maestros y estableció las normas que regirían sus estudios antes de regresar a los reinos élficos de Ulthuan.
Teclis les enseño que toda la magia derivaba del Caos y que inevitablemente estaba marcada por él, pero que podía ser controlada y purificada por un practicante entrenado. Los hombres aprendieron que el poder en bruto de la magia soplaba desde los reinos del Norte, los reinos del Caos, en forma de ocho vientos de la magia que representaban tipos específicos de hechicería. Por esta razón, el símbolo de toda la magia es el símbolo del Caos, la estrella de ocho puntas. Para cada viento, Teclis fundó una escuela de magia diferente e instruyó a sus primeros maestros. Teclis fundó una escuela de magia diferente e instruyó a sus primeros maestros. Teclis consideró que la mente del hombre era inadecuada para el dominio de los ocho vientos del Caos; pero, con paciencia y estudio, creyó que los humanos serían capaces de contener el poder de uno.
Así pues, hoy en día existen ocho Colegios, cada uno de los cuales es el cuartel general de una de las Ordenes de la Magia del Imperio. Todos tienen sus propios Señores y su naturalezas son diferentes y únicas, aunque todos son facetas de la gran y potente fuerza mágica que es el Caos en sí.
Hay otro tipo de magia, mucho menos peligrosa que la arcana, es la divina, se suele basar en ritos y rezan a sus dioses, no es una magia tan poderosa como la arcana, pero si muy segura y útil.
Después están los saberes oscuros, el de la nigromancia y el del Caos., con el de la nigromancia, se pueden hacer rituales oscuros para levantar muertos, y con el del Caos se pueden invocar demonios menores...
Después de esta magia, existe la Alta magia, y el Dhar, igualmente poderosas y potentes, pero el Dhar es mucho más peligrosa que la Alta magia, algo más de información está en el post de los Altos Elfos, estos 2 tipos de magia, no son accesibles para los personajes de la aventura, ya que es demasiado poderoso que el mejor mago de los humanos sería un aprendiz contra alguien que use esta magia, y porque tan solo aprenderla puede llevar mas de 400 años.
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