Kislev

Kislev es casi dos naciones en una. Por un lado, están los pueblos civilizados más del sur y las ciudades, donde las tierras son relativamente fértiles. En el norte, sobre todo al norte del río Lynsk, se encuentran las tribus nómadas. Los kislevitas son conocidos como severos, la gente es taciturna, y esto no es sorprendente teniendo en cuenta las tierras duras que habitan. Son tan implacables como el clima del norte, incluso tienen un morboso sentido del humor algo sombrío.
Cuando una horda de guerreros del Caos surge desde el norte, Kislev es inevitablemente el primer país en sufrir, y el pueblo de Kislev ha estado luchando por su supervivencia. Ellos disfrutan, en parte, la deuda contraída con ellos por el pueblo del Imperio hacia el sur, ya que los protegen. Los kislevitas están más cerca de la gente del Imperio que muchos de ellos admiten, y verlos con una especie de condescendiente humor que se podría reservar para un niño muy brillante pero excéntrico ligeramente. De hecho, la mayoría de los kislevitas piensan que sus vecinos se han vuelto blandos de vivir fácil en tierras fértiles, y se beneficiarían de un año o dos en el norte, o "que viven en el viento".
Durante la Gran Guerra contra el Caos, cuando las hordas del norte se extendían como un mar, Elfos y Enanos acudieron en ayuda de los hombres. A cambio, los kislevitas ayudan a los enanos, a veces para ayudar en montaña, y en particular el paso alto, de los enemigos como los Pieles Verdes y los Merodeadores.
A pesar de los grandes bosques del Imperio, dan paso a la desolada provincia de Kislev, el país no está exento de pequeños bosques y los bosques, algunos de los cuales se rumorea que son hogares de los aislados de Elfos Silvanos. Los Elfos Silvanos desconfían de todas las otras razas, incluso sus propios familiares de Ulthuan, pero cuando los antiguos enemigos van detrás de sus cabezas, se han conocido para hacer causa común con los demás.