Hombres Lagarto

Los guerreros de los Ancestrales

Los Ancestrales llegaron cuando el mundo de Warhammer aún era una tierra baldía, fría, oscura y azotada por el viento. Los gobernadores de un imperio que se extendía a través de las estrellas, los Ancestrales eran ingenieros místicos que realizaban largos viajes a través del espacio en naves estelares, y a través de una red de portales que conectaban los diferentes mundos con su civilización. Los Ancestrales vieron que el mundo de Warhammer tenía un potencial limitado, por lo que el paisaje y el clima del mundo tenían que remodelarse y alterarse para encajar en sus desconocidos planes. Los Ancestrales observaron a las primitivas criaturas que habitaban en la superficie de la tierra, y aunque vieron potencial en las razas que un día se convertirían en los primeros Elfos, Enanos y hombres, había otras, las bestias salvajes, a las que vieron más capaces de realizar sus planes en el mundo. Por eso, crearon a los Saurios, que se convirtieron en soldados de a pie. En poco tiempo, enormes legiones de guerreros saurios marchaban contra esas siniestras y nativas razas oscuras, erradicando a todos aquellos que los Ancestrales querían ver eliminados. Los Slann, por otro lado, fueron desovados como gobernadores, grandes visires que administrarían los reinos de los Ancestrales y guiarían el desarrollo de las razas menores. Los Eslizones fueron desovados para servir como artesanos y administradores de los Slann, mientras que los Kroxigores surgieron como poderosos trabajadores que levantarían las enormes ciudades templo que pronto surgieron de las exuberantes junglas ecuatoriales que se encontraban en la ciudad natal de los Hombres Lagarto, Lustria. Los Ancestrales se hicieron preguntas sobre el mundo de Warhammer mientras lo moldeaban según sus deseos, y hubiera sido un lugar paradisíaco, si no hubiera sido por la terrible calamidad que tuvo lugar. Las malignas inteligencias del reino del Caos hicieron la guerra contra los Ancestrales, la red que unía sus mundos se rompió y el Caos inundó el mundo. La masacre que tuvo lugar aniquiló a millones de ellos, y los Slann y sus cargas se vieron obligados a combatir despiadadamente contra las billones de hordas de Demonios que fueron vomitadas al mundo material. Mientras se estaba luchando contra el Caos, los Ancestrales desaparecieron, no se sabe si huyeron o fueron aniquilados, y sus sirvientes fueron abandonados para combatir contra los horrores nacidos del Reino del Caos.

La guerra contra los Demonios

El despertar de los Ancestrales Abandonados y superados por los Demonios del Caos, los Hombres Lagarto defendieron valientemente sus ciudades templo, fortificadas contra los asaltos y protegidas por el poder mágico de los sacerdotes mago slann. Los Demonios siguieron repartiendo carnaza entre los Hombres Lagarto, sabiendo que si destruían la red de las ciudades templo y rompían la red geomántica que mantenían el flujo y reflujo de magia sobre el mundo, el Caos reinaría en el mundo.

Muchas ciudades fueron destruidas completamente, invadidas por Demonios ansiosos de sangre, e infinidad de Hombres Lagarto fueron aniquilados. Sus pozos de desove se contaminaron y perdieron para siempre. Mientras los Hombres Lagarto luchaban y morían en Lustria, los Elfos y Enanos combatían por la supervivencia y, finalmente, gracias a los esfuerzos de los Elfos de Ulthuan, se detuvo a la marea demoníaca y se puso punto y final a la gran guerra contra los Demonios.

Una era de aislamiento

Tras la desgracia de la guerra con el Caos, los Hombres Lagarto se retiraron a sus ciudades templo y se encerraron. Distanciados del mundo que les rodeaba, los Hombres Lagarto confiaban en que la impenetrable jungla de Lustria los protegería de las depredaciones de las razas menores que iban floreciendo. Aunque las razas más jóvenes, como los Hombres del Viejo Mundo, los Skavens y los brutales Guerreros del Caos les asaltaban, y les causaban mucho daño, gracias al entorno de sus dominios y a la fuerza de sus ejércitos, evitaron que estos ataques fueran a mayor. Mientras tanto, los sacerdotes mago slann torcían sus poderosas mentes para descifrar el gran plan de los Ancestrales.

Se revela el Gran Plan

Muchos miles de años después, tras infinitas batallas contra razas menores, el mejor slann que sobrevivió, el Señor Mazdamundi de Hexoatl, interpretó la voluntad de los Ancestrales partidos hacía tiempo a partir de un conjunto de placas. Después de tener una siniestra premonición, Mazdamundi declaró que el plan de los Ancestrales no podía seguir hasta que todos los elementos corruptos del mundo, que se introdujeron a partir de la desaparición de los Ancestrales se hubieran expurgado. Todas estas criaturas debían ser exterminadas y el Caos, erradicado de la faz de la tierra.