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Personalidades destacadas en el Imperio

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Mensaje  Karl Franz Vie Ago 06, 2010 1:31 pm

Personalidades destacadas del Imperio

El Emperador Karl Franz
Se dice que el Emperador Karl Franz es el mejor hombre de estado de todo el Viejo Mundo. Se leaclama como mecenas de las artes y de las ciencias, como innovador militar y como valienteguerrero. Gracias a sus esfuerzos, el Imperio ha florecido durante su reinado. La Escuela Imperial
de Ingenieros ha medrado, al igual que los Colegios de la Magia y el ejército, el cual ha batallado
alcanzando victorias y más victorias. El Emperador se pone al mando del ejército siempre que le es
posible. De esta forma, ha escrito una historia llena de victorias y conquistas.
La armadura del Emperador fue forjada especialmente para él por herreros enanos e incorpora parte
de la armadura que llevó Magnus el Piadoso en la Batalla de Kislev. Está hecha de gromril negro y
ricamente adornada con runas y símbolos de poder. El Emperador está armado con el Martillo de
Sigmar, el arma que Kurgan Barbahierro, el Rey Enano, otorgó a Sigmar. Se trata de una de las
armas mágicas más poderosas que forjaran los Enanos de antaño, cuando su poder se encontraba en
el punto más álgido. El Emperador también lleva una gema encantada, el Sello de Plata, que cuelga
de una cadena que pende de su cuello. Este sello le protege de los golpes dañinos, e incluso de los
hechizos lanzados contra él. Fue construida para Magnus el Piadoso por el Mago Guerrero
Frederick von Tanus poco después de finalizar la Gran Guerra contra el Caos.

Luthor Huss, Profeta de Sigmar
En los primeros años de la regencia de Karl Franz, un niño apareció a las puertas de un monasterio
Sigmarita cercano a Wissenburg pidiendo que le dejaran unirse a los monjes guerreros. Cuando le
preguntaron acerca de su pasado, el niño no respondió. Lo único que dijo fue su nombre, Luthor
Huss, y su ardiente deseo de luchar contra el Caos pronto fue evidente para todos.
Tras muchos años de dura e inflexible disciplina y de estudio intenso, el chico delgado creció hasta
convertirse en un hombre alto y musculoso cuyos conocimientos y habilidades para la lucha pronto
superaron los de sus instructores. También destacó como estudiante del Camino de Sigmar y, a
punto de terminar sus estudios, era capaz de desafiar a sus antiguos maestros en ingeniosos duelos
dialécticos. A Luthor sólo le faltaba una cosa para ganarse un lugar entre sus hermanos: necesitaba
enfrentarse a la Oscuridad en combate y derrotarla.
Luthor partió del monasterio y cruzó las tierras del Imperio predicando la fe en Sigmar y buscando
una señal, una oportunidad para demostrar su valía frente al Caos. Finalmente tuvo su oportunidad
en Weismund, un pequeño pueblo en el lindero del Bosque de Drakwald. Cuando Luthor llegó a
Weismund, había un gran alboroto entre la población. Las escuadras de la milicia de la población
estaban en alerta, los campesinos y los habitantes del bosque se refugiaban con su ganado tras la
relativa seguridad de la empalizada de la ciudad. Parecía como si estuviesen preparándose para un
asedio. Luthor pronto fue informado de que una enorma banda de Hombres Bestia había atacado la
zona y muchas comunidades aisladas habían sido destruidas.
Recuerdos dolorosos de su propia infancia se encendieron en la mente del novicio. Poco después
estaba muy ocupado yendo de un lado a otro del pueblo, alentando a los defensores con encendidos
discursos y ayudándoles a prepararse para el inminente ataque. Se había solicitado ayuda, pero la
guarnición de tropas más cercana estaba en Helgart y los refuerzos tardarían días en llegar a
Weismund. De repente, los Hijos del Caos atacaron la ciudad. Grandes fueron las muestras de valor
de Luthor, ya que el poder de Sigmar estaba junto a él aquel día. Su poderoso martillo de guerra
aplastó a muchas abominaciones; y un aura sobrenatural le rodeó y protegió durante la batalla. Los
golpes del enemigo eran incapaces de penetrar su armadura; y la hechicería diabólica del chamán
que iba al frente de los Hombres Bestia no tenía ningún tipo de efecto sobre Luthor. Incluso una
enorme criatura con cabeza de toro sucumbió ante el implacable sacerdote.
Después de dos días de lucha ininterrumpida, una fuerza de refuerzo imperial llegó a la ciudad y los
Hombres Bestia huyeron, adentrándose en el bosque. Luthor se unió a estas tropas en su
persecución; pero, cuando los soldados llegaron al lindero del bosque, se detuvieron, pues
consideraban una locura adentrarse en la oscura espesura del bosque. Luthor no se dejó intimidar y
siguió los pasos de las criaturas del Caos, determinado a exterminarlas a todas. Los soldados
instalaron su campamento allí, por si los Hombres Bestia decidían volver. Poco después, todos
estaban convencidos de que los Hombres Bestia habrían acabado con la vida del fiero novicio; pero,
transcurridos tres días, Luthor volvió a aparecer, saliendo del bosque. Su armadura estaba hecha
jirones, su cuerpo exhausto estaba cubierto de la sangre de sus enemigos. Luthor había llegado hasta
el campamento arrastrando consigo la cornuda cabeza del chamán.
Tras su victoria contra el Caos, Luthor regresó al monasterio, donde fue ordenado. Aquel día se
unió a sus hermanos en la batalla, distinguiéndose en la lucha contra las hordas de la Oscuridad.
Luthor ascendió rápidamente y al final fue elegido para unirse a la delegación que representaba a su
orden en el Concilio Sigmarita de Altdorf. La razón por la que se celebraba ese concilio era elegir a
un nuevo Archilector que sucediera a Mannfred de Nuln, desaparecido en el Norte durante una
cruzada contra Archaon, el Señor de la Guerra del Caos.
Luthor estaba visiblemente preocupado por lo que había presenciado en el concilio. Vio a clérigos
gordos más interesados en la política y en los negocios que en acometer la misión sagrada que
Sigmar les había confiado: la lucha contra el Caos. El Gran Teogonista Volkmar se encontraba
ausente: debido a su ya avanzada edad, pasaba cada vez más y más tiempo en el pináculo de la torre
del Templo de Sigmar. Allí, en el secreto depósito de tomos de los Saberes Prohibidos, se encerraba
durante días en busca de una respuesta a la oscura amenaza procedente del lejano Norte. En el
concilio corrían rumores maliciosos; y algunos dudaban incluso de la capacidad mental de Volkmar
debido al largo número de horas que pasaba allí leyendo aquellos grimorios malditos.
Sin la guía del Teogonista, la influencia de los Archilectores estaba creciendo. Estaban
aprovechando su posición entre el clero de Sigmar para cumplir sus egoístas intereses políticos.
Con todo el fervor de su encendida fe, Luthor denunció abiertamente esta relajación espiritual,
atacando a los Lectores del Concilio con duras palabras de reproche: "El propósito de nuestro culto
es luchar contra el Caos en los campos de batalla, no crecer en riqueza y opulencia en los salones
dorados de la capital" -restalló la voz de Luthor en el Concilio.
No hace falta decir que no despertó muchas simpatías entre los Archilectores; y sus superiores en la
Orden le ordenaron que se retractara. El joven y piadoso Luthor no podía obedecer tal orden, que
estaba en plena contradicción con todo aquello en lo que siempre había creído. Finalmente, decidió
renunciar a su posición y abandonar la asamblea.
Desde aquel día, Luthor ha viajado por todo el Imperio predicando contra la corrupción de los
dirigentes del culto a Sigmar e incitando a los devotos a buscar la voluntad de Sigmar sin la
mediación del clero.
Luthor se ha convertido en la pesadilla de todos los sacerdotes corruptos; y ciertos rumores dicen
que algunos de ellos han tenido un triste destino a manos de Luthor. Los Archilectores han pedido
repetidamente al Gran Teogonista la excomunión de Luthor, pero nunca ha accedido a ello.
Además, Luthor nunca ha atacado a Volkmar en sus discursos. La enigmática sonrisa que aparece
en el rostro del Teogonista cada vez que se nombra a Luthor en su presencia da que pensar; y parece
como si el anciano hombre supiera cosas muy importantes acerca de Luthor. Algo que él no puede,
o no quiere, revelar.
Luthor Huss aparece bastante a menudo dondequiera que las fuerzas del Imperio se enfrenten a lo
demoníaco y a enemigos impíos: Hombres Bestia, Skavens, muertos vivientes... ¡Todos son
blasfemias contra Sigmar y deben ser castigados por los creyentes! Luthor lucha junto a los
soldados del Imperio. Su ejemplo y sus palabras inspiradoras son de gran ayuda contra estos atroces
enemigos; y sus poderes son más fuertes que los de cualquier otro sacerdote de Sigmar.

Baltazar Gelt, Patriarca Supremo de los Colegios de la Magia
Baltazar hizo su primera aparición en el concurrido puerto de Marienburgo, donde había comprado
un pasaje en un barco mercante que venía de su tierra nativa, en la Bahía Negra. Como había
pagado el viaje con oro que él mismo había transmutado, Baltazar puso rápidamente rumbo a
Altdorf antes de que los efectos se disiparan. Su destino: los Colegios de la Magia.
Desde muy joven, Baltazar siempre se había sentido fascinado por la alquimia, inspirado por la
ciencia de la transmutación de los metales y, sobre todo, por la búsqueda mística de la Piedra
Filosofal. Convertir los metales más viles en el más noble de todos, el oro puro, siempre había sido
una obsesión para Baltazar.
Impulsado por esta fuerza poderosa, y ayudado por un talento natural para manipular las energías de
los vientos de la magia, rápidamente ascendió en el escalafón del Colegio Dorado. Pasó muchos
años en Altdorf estudiando y experimentando cómo combinar el arte de la alquimia con el Saber del
Metal. Su inteligencia activa y sus estudios libres de prejuicios hicieron que Baltazar fuera bastante
popular en el Gremio de los Alquimistas; e incluso entre los Ingenieros, que se beneficiaron de su
investigación sobre nuevos tipos de pólvora.
Un día sufrió un accidente imprevisto en su laboratorio que casi acabó con su vida. Desde entonces,
siempre aparece en público completamente cubierto por una túnica elegante y una máscara dorada.
Abundan los rumores acerca de las razones por las que ha adoptado este hábito inusual. Algunos
dicen que toda su piel se ha convertido en oro; otros juran que está horriblemente desfigurado; pero
nadie sabe a ciencia cierta qué le sucedió. Una cosa es cierta: el accidente no le hizo perder su
voluntad de finalizar su investigación ni mermó sus poderes. Al contrario, ha llegado a ocupar la
posición de Patriarca Supremo de los Colegios de la Magia al derrotar a Thyrus Gormann en el
duelo ritual, con lo que ha sustituido la prominencia de la Orden de la Luz por la de su amada
Orden Dorada.
Desde entonces, los vientos de la magia han soplado fuerte para el Saber del Metal; y un nuevo
Patriarca Supremo, montado en un Pegaso y rodeado por un halo dorado, aparece sobre los campos
de batalla dondequiera que las tropas del Emperador se encuentren luchando.
Si os preguntan: "¿cuál es el nombre de la piedra que arde?".Debéis responder: "sulfuro, para
mezclarse con mercurio".Si os preguntan: "¿cuál es el nombre del disolvente universal?".Debéis
responder: "Al-kahest".Si os preguntan: "¿cuál es el nombre del remedio para todas las
enfermedades?".Debéis responder: "Panacea Universalis".Si os preguntan: "¿cuál es el súmmum de
la habilidad en el oficio?".Debéis responder: "destilar el Elixir de la Vida".Si os preguntan: "¿cuál
es el nombre del más noble de los metales?".Debéis responder: "el Oro".Baltazar Gelt, "La
educación de un Alquimista"

Tyrus Gormann, Gran Maestro de la Orden Brillante
Cada siete años, representantes de los ocho Colegios de la Magia de Altdorf celebran una reunión
para decidir quién ocupará el puesto de Patriarca Supremo durante los siete años siguientes. Esta es
una decisión muy importante, puesto que los vientos de la magia soplarán muy fuerte para el
colegio al que pertenezca el elegido, mientras que los otros colegios verán el poder de su magia
disminuido. La competición por decidir quién será el Patriarca Supremo es muy violenta y los
diferentes magos dejan fluir su magia para demostrar su poder. Los magos se convierten en una
especie de gladiadores mágicos y combaten unos contra otros para imponer su poder. Años atrás,
esta competición no estaba reglada, lo cual provocaba que grandes partes de Altdorf fueran
destruidas. Hoy en día, la competición tiene lugar única y exclusivamente en el Salón de Obsidiana.
Thyrus Gormann, Gran Maestre del Colegio de Brillante, ha sido el Patriarca Supremo y el líder de
todos los hechiceros del Imperio durante muchos años. No hace mucho fue derrotado por un joven
hechicero del Colegio Dorado, Baltazar Gelt. Thyrus aceptó su derrota y juró lealtad al nuevo
Patriarca, pero su fiera sangre le llevará, sin duda, a ocupar la posición de Retador cuando el
próximo duelo tenga lugar. Thyrus asiste a menudo a la corte de Altdorf y es uno de los nobles más
viejos y en los que más confía Karl Franz.

Valmir von Raukov, Elector de Ostland
Los Condes Electores de Ostland viven en la frontera noreste del Imperio, más allá de la cual se
encuentra el País de los Trolls y los Desiertos del Norte. Siempre ha sido una región pobre en la que
la constante amenaza del peligro ha hecho que sus gentes sean valientes y fuertes. El Conde Elector
de Ostland es Valmir von Raukov. Al igual que su padre hiciera antes que él, ha pasado toda su vida
combatiendo contra ejércitos del Caos, bárbaros del Norte e incursores orcos, sin mencionar su
lucha contra los bandidos de Kislev. Ni siquiera su propio reino está a salvo, puesto que los bosques
y las montañas están infestados de renegados y Hombres Bestia, Trolls, gigantes y un montón de
seres despreciables. Valmir von Raukov es un aguerrido señor de la guerra cuya actitud
constantemente alerta ha protegido las fronteras del norte del Imperio durante largos años.

Marius Leitdorf, Elector de Averland
Marius Leitdorf era conocido como el Loco Señor de Averland. Era hosco y malhumorado,
propenso a sufrir periodos en los que la rabia nublaba de tal manera su visión que nadie podía
hacerle entrar en razón. En otras ocasiones sufría depresiones durante las que se encerraba en sus
aposentos y renunciaba a hablar con nadie durante semanas. Sus molestos e imprevistos cambios de
humor le granjearon muchas enemistades a lo largo de los años. Dejó de ser bienvenido en las
demás cortes del Imperio, incluso en la de Altdorf. Su gusto por las sedas finas, el terciopelo y las
ropas exquisitamente confeccionadas era legendario y la causa de que muchos le considerasen
(equivocadamente) un petimetre. Dicen que estaba loco y, aunque posiblemente así sea, su furia
irracional se veía contrarrestada por una mente artística y aguda. Espadachín, poeta, pintor,
ingeniero e inventor, destacaba ampliamente en diversos campos. No tenía rival en el manejo de la
espada, su destreza no podía ser igualada excepto, quizá, por la del Mariscal del Reik, Kurt
Helborg. Aunque la rivalidad de ambos personajes era consabida, el enfrentamiento que demostrase
quién de los dos era mejor espadachín nunca tuvo lugar. Marius luchaba con dos espadas, el
Colmillo Rúnico en una mano y una daga de hoja larga en la otra. En combate con ambas espadas,
demostraba una técnica sin par.
Irónicamente, Marius encontró la muerte a manos del feroz Kaudillo Orco Vorgaz Mandíbula'ierro.
Durante la Batalla del Paso del Fuego Negro, Marius y los Maestros Espaderos de Averland se
enfrentaron a un enorme ejército de pieles verdes que los rodeaba por completo. Vendieron muy
cara su vida, pero el Conde Elector fue derrotado en un duelo final contra el líder orco. La muerte
del Conde Elector no fue en vano, puesto que su resistencia fue tan valerosa que duró lo suficiente
como para dar tiempo a que Karl Franz en persona, al mando de los Caballeros de la Reiksgard,
llegara a la batalla y acabara con todos los Orcos. Desde entonces, el nombre de Marius Leitdorf es
recordado con honor junto con el del resto de Salvadores del Imperio.
Boris Todbringer, Elector de Middenland
Boris es uno de los guerreros más feroces del Imperio y Middenland es una de las provincias más
ricas e independientes del Imperio. El Conde perdió el ojo derecho batallando contra las fuerzas del
Caos en el Bosque Drakwald. Como Conde de Middenland, es un ferviente seguidor del Culto a
Ulric, cuyo templo más importante se encuentra en Middenheim. Cuando Karl Franz fue elegido
Emperador, tras la muerte de su padre, solo Boris Todbringer se opuso a su elección. Boris no pudo
hacer nada pese a que el Sumo Sacerdote de Ulric se unió a su protesta. Desde entonces, ha sido el
más leal Conde Elector de Karl Franz.

Aldebrand Ludenhof, Elector de Hochland
Aunque Hochland no es una provincia demasiado extensa ni importante, su conde es uno de los más
valientes de todo el Imperio. Aldebrand es muy alto y muy delgado, pero fuerte y robusto al mismo
tiempo. Es un digno adversario para guerreros mucho más corpulentos y pesados que él. Ludenhof
siente una pasión desmesurada por la caza, especialmente por la cetrería. Su palacio está situado en
las afueras de Hergig, la capital de su provincia; un lugar que está rodeado de extensos y excelentes
cotos de caza. En especial, está orgulloso de su gran colección de aves de presa que, aunque ocupan
una jaula de proporciones gigantescas, acostumbran a volar por palacio de manera que siempre hay,
al menos, un ave en cada una de sus habitaciones. El conde lleva un halcón en el brazo incluso
cuando marcha a la guerra.

Ludwig Schwarzhelm, Paladín del Emperador
Ludwig Schwarzhelm es el paladín del Emperador Karl Franz. Es tan alto como una torre y es
famoso en todo el Imperio por su complexión robusta y su expresión severa. Se dice que nunca ha
sonreído. Su quehacer es defender al Emperador en los juicios de armas. Estos juicios son un
derecho de los grandes nobles que son acusados de violar las leyes del Emperador. Ludwig es
también el guardaespaldas del Emperador y, hasta ahora, su mera presencia ha sido suficiente para
evitar cualquier atentado contra la vida de este.
En el campo de batalla, Ludwig porta el estandarte personal de Karl Franz. Está armado con la
Espada de la Justicia, una antigua arma que ha pasado de paladín a paladín durante los reinados de
los distintos emperadores. Tiene grabadas las ancestrales Runas Enanas de la Venganza y la
Retribución. Los Enanos son especialmente hábiles forjando runas de este tipo. Hasta la fecha,
Ludwig Schwarzhelm nunca ha sido derrotado en combate.

Capitán Kurt Helborg, Mariscal del Reik
Kurt Helborg es el Capitán de los Caballeros de la Reiksgard y uno de los comandantes en quien
más confía Karl Franz. Se dice que es el mejor espadachín del Imperio. Como Capitán de los
Caballeros de la Reiksgard, Helborg está al mando de la unidad de combate más formidable del
ejército imperial. También es el Mariscal del Reik del Imperio, comandante de todas las fuerzas
militares imperiales. Tan solo el Emperador está por encima de él en la jerarquía militar. Debido a
esto, está acostumbrado a dirigir los ejércitos del Imperio, lo cual le ha convertido en uno de los
generales con más experiencia de todo el Viejo Mundo.
Karl Franz
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Personaje
Nombre del Personaje: Karl Franz
Raza: Humano
Profesión: Emperador

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