Elfos oscuros (Extendido)
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Elfos oscuros (Extendido)
ELFOS OSCUROS
Los Elfos Oscuros son un pueblo rencoroso, embustero y sanguinario. Durante cinco mil años, han seguido a Malekith, el Rey Brujo, en una despiadada guerra civil contra los Altos Elfos. Son infames en todo el mundo por sus actos depravados y su habilidad con las armas.
Guerreros de la Tierra del Frío
De todas las razas que habitan en el mundo de Warhammer, ninguna tiene un nombre tan sinónimo de crueldad y malicia como los Elfos Oscuros. Desde su malvado reino de Naggaroth, liberan actos gratuitos de crueldad sobre el mundo, viven para aniquilar y deleitarse con el sufrimiento de sus enemigos.
Hace mucho tiempo, los Elfos Oscuros y los Altos Elfos de Ulthuan eran la misma raza; guerreros nobles que luchaban firmemente en la guerra contra los Demonios. Eran gente culta e ilustrada, cuyas ciudades eran maravillosas y cuyo señor no era otro que Aenarion, el mayor y más trágico Rey Fénix.
Los Elfos Oscuros descienden originariamente de los Elfos de Nagarythe, los habitantes de las Tierras Sombrías de Ulthuan. En épocas pasadas, Nagarythe fue un glorioso reino y el asentamiento del poder de Aenarion. Desde allí salieron los guerreros más hábiles y firmes de los Altos Elfos, veteranos de la guerra contra los Demonios, cuyos esfuerzos ayudaron a liberar a los Elfos de los estragos del Caos. Cuando Aenarion murió, en una última lucha por salvar Ulthuan, el consejo de Ulthuan decidió no elegir a Malekith, hijo y heredero de Aenarion, como futuro gobernante, y eligió a otro para que reinara como Rey Fénix de Ulthuan. Para el orgullo de Nagarythe fue un golpe bajo y surgió una terrible guerra civil.
La de los habitantes de Nagarythe fue una larga y encarnizada guerra, durante la que Malekith demostró ser un gran general y un poderoso hechicero, y su reino presumió de buenos guerreros, mientras los otros reinos tenían dragones, magos y legiones de la Guardia Fénix. Durante sangrientas décadas combatieron en una furiosa guerra, devastando Ulthuan y chupando hasta la última gota de sus habitantes. Finalmente, temiendo una derrota final, Malekith ideó una táctica desesperada, que finalmente falló; la tierra de Nagarythe se partió en dos y fue tragada por una ola gigante. Los supervivientes se embarcaron en las naves gargantúas más resistentes de Ulthuan, para buscar asilo en otro lugar.
Estos Elfos exiliados encontraron respiro en la lejana tierra de Naggaroth, conocida también como la Tierra del Frío, donde forjaron un nuevo y oscuro reino. La vida en la Tierra del Frío era dura, ya que el paisaje es despiadado y frío. A pesar de esto, los Elfos Oscuros perduraron.
Miles de años después, los Elfos Oscuros aún planean su venganza. Se han producido gran cantidad pequeñas guerras durante los siglos, y el odio de los Elfos Oscuros por sus parientes sigue creciendo con furia. Malekith, el Rey Brujo, no se contenta con destruir al falso Rey Fénix y ocupar el trono de Ulthuan. Ahora, quiere arrasar Ulthuan, destrozar las ciudades de los Altos Elfos y esclavizar a sus habitantes. Por eso, lo único que les queda a los Elfos Oscuros es su insaciable sed de masacre y derramamiento de sangre.
Viviendo en una tierra de exiguos recursos y con un nauseabundo clima, los Elfos Oscuros buscan lo necesario en los reinos blandos y grandes a través de los mares. Cogen lo que necesitan de otras razas sin contemplaciones ni cuidado, y dejan el sufrimiento y la masacre a su paso. Los pueblos y ciudades del Viejo Mundo y más allá resultan arrasados e incendiados; se apoderan del ganado, los comestibles y los esclavos y se los llevan a Naggaroth para alimentar su apetito. Ninguna fortaleza o lugar escondido está seguro de los Elfos Oscuros, y cuanto mayor sea el reto, más satisfacción les produce la consiguiente masacre. Como adoptan esta vida de incursión y saqueo, los ejércitos de los Elfos Oscuros son veloces y letales, surcan los mares con sus enormes Arcas Negras y disponen de guerreros equipados con lanzas y ballestas de repetición, caballería mortífera que van sobre rápidos corceles oscuros o temperamentales gélidos. Los guerreros de elite inundan sus filas, con fanáticas Brujas elfas y mortíferos Verdugos junto a las Hidras de Guerra y a la temible Guardia Negra.
Es de sabios temer a los Elfos Oscuros, ya que odian a todo el mundo y su única diversión es el dolor y el sufrimiento de sus víctimas.
Los Elfos Oscuros son un pueblo rencoroso, embustero y sanguinario. Durante cinco mil años, han seguido a Malekith, el Rey Brujo, en una despiadada guerra civil contra los Altos Elfos. Son infames en todo el mundo por sus actos depravados y su habilidad con las armas.
Guerreros de la Tierra del Frío
De todas las razas que habitan en el mundo de Warhammer, ninguna tiene un nombre tan sinónimo de crueldad y malicia como los Elfos Oscuros. Desde su malvado reino de Naggaroth, liberan actos gratuitos de crueldad sobre el mundo, viven para aniquilar y deleitarse con el sufrimiento de sus enemigos.
Hace mucho tiempo, los Elfos Oscuros y los Altos Elfos de Ulthuan eran la misma raza; guerreros nobles que luchaban firmemente en la guerra contra los Demonios. Eran gente culta e ilustrada, cuyas ciudades eran maravillosas y cuyo señor no era otro que Aenarion, el mayor y más trágico Rey Fénix.
Los Elfos Oscuros descienden originariamente de los Elfos de Nagarythe, los habitantes de las Tierras Sombrías de Ulthuan. En épocas pasadas, Nagarythe fue un glorioso reino y el asentamiento del poder de Aenarion. Desde allí salieron los guerreros más hábiles y firmes de los Altos Elfos, veteranos de la guerra contra los Demonios, cuyos esfuerzos ayudaron a liberar a los Elfos de los estragos del Caos. Cuando Aenarion murió, en una última lucha por salvar Ulthuan, el consejo de Ulthuan decidió no elegir a Malekith, hijo y heredero de Aenarion, como futuro gobernante, y eligió a otro para que reinara como Rey Fénix de Ulthuan. Para el orgullo de Nagarythe fue un golpe bajo y surgió una terrible guerra civil.
La de los habitantes de Nagarythe fue una larga y encarnizada guerra, durante la que Malekith demostró ser un gran general y un poderoso hechicero, y su reino presumió de buenos guerreros, mientras los otros reinos tenían dragones, magos y legiones de la Guardia Fénix. Durante sangrientas décadas combatieron en una furiosa guerra, devastando Ulthuan y chupando hasta la última gota de sus habitantes. Finalmente, temiendo una derrota final, Malekith ideó una táctica desesperada, que finalmente falló; la tierra de Nagarythe se partió en dos y fue tragada por una ola gigante. Los supervivientes se embarcaron en las naves gargantúas más resistentes de Ulthuan, para buscar asilo en otro lugar.
Estos Elfos exiliados encontraron respiro en la lejana tierra de Naggaroth, conocida también como la Tierra del Frío, donde forjaron un nuevo y oscuro reino. La vida en la Tierra del Frío era dura, ya que el paisaje es despiadado y frío. A pesar de esto, los Elfos Oscuros perduraron.
Miles de años después, los Elfos Oscuros aún planean su venganza. Se han producido gran cantidad pequeñas guerras durante los siglos, y el odio de los Elfos Oscuros por sus parientes sigue creciendo con furia. Malekith, el Rey Brujo, no se contenta con destruir al falso Rey Fénix y ocupar el trono de Ulthuan. Ahora, quiere arrasar Ulthuan, destrozar las ciudades de los Altos Elfos y esclavizar a sus habitantes. Por eso, lo único que les queda a los Elfos Oscuros es su insaciable sed de masacre y derramamiento de sangre.
Viviendo en una tierra de exiguos recursos y con un nauseabundo clima, los Elfos Oscuros buscan lo necesario en los reinos blandos y grandes a través de los mares. Cogen lo que necesitan de otras razas sin contemplaciones ni cuidado, y dejan el sufrimiento y la masacre a su paso. Los pueblos y ciudades del Viejo Mundo y más allá resultan arrasados e incendiados; se apoderan del ganado, los comestibles y los esclavos y se los llevan a Naggaroth para alimentar su apetito. Ninguna fortaleza o lugar escondido está seguro de los Elfos Oscuros, y cuanto mayor sea el reto, más satisfacción les produce la consiguiente masacre. Como adoptan esta vida de incursión y saqueo, los ejércitos de los Elfos Oscuros son veloces y letales, surcan los mares con sus enormes Arcas Negras y disponen de guerreros equipados con lanzas y ballestas de repetición, caballería mortífera que van sobre rápidos corceles oscuros o temperamentales gélidos. Los guerreros de elite inundan sus filas, con fanáticas Brujas elfas y mortíferos Verdugos junto a las Hidras de Guerra y a la temible Guardia Negra.
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