Elfos oscuros (Druchii)

Los elfos oscuros son una raza vil que vive al otro lado del océano, en Naggaroth. Son seres
muy civilizados, pero con un gran gusto por la sangre, el dolor y el asesinato de otros. Su
civilización es un torbellino de decadencia en el que los nobles sacrifican cientos de los suyos
por un poco más de poder, donde los esclavos mueren a miles para satisfacer a unos pocos
ricos, donde las Casas Nobles conspiran entre ellas en permanente conflicto, y los
atragantamientos, las caídas de torres altas, y los accidentes de caza son frecuentes. Todo
orquestado por un Rey que necesita tener a los nobles ocupados para mantenerse en el trono
durante otro milenio, que teme que algún varón de su raza le supere en poder mágico y por ello
prohibió a todo varón realizar magia. Una sociedad en el que la deidad patrona es un asesino
sediento de sangre, al que realizan sacrificios.
En una sociedad como ésta, son muchos los individuos que necesitan desaparecer, ya sea por
rivales envidiosos, por ser un varón con capacidades mágicas, o simplemente porque la Casa a
la que sirves ha caído en desgracia.
Estos individuos escapan al Viejo Mundo, en un intento por pasar desapercibidos entre los
humanos, haciéndose pasar por elfos de los bosques. Aunque su aspecto pueda resultar
parecido, los elfos oscuros son seres sádicos y crueles por naturaleza, y no suelen emplear un
tono comedido y ecuánime cuando se comunican con otras razas. Odian a los elfos porque son
unos cobardes que prefirieron una falsa paz con un rey débil a poner al hijo de Aënarion en el
trono. Se burlan de los enanos porque fueron ellos los que provocaron su guerra con los elfos,
causando la ruina de ambas razas. Y desprecian a los humanos y a los halflings, ya que no son
más que un entretenimiento en su tierra natal. Sin embargo, deben tragarse su orgullo y
convivir con seres inferiores para evitar una muerte horrible por parte de sus compatriotas